Con BOTNIA en pleno funcionamiento y producción, ya se habla de las otras dos importantes inversiones para la construcción de nuevas plantas celulósicas en Uruguay, correspondientes a la española ENCE y la sueca STORA ENSO.
El proyecto más avanzado es el de ENCE. Si bien en un principio el plan era instalar la planta, al igual que lo hizo BOTNIA, en la localidad de Fray Bentos, los accionistas españoles anunciaron su relocalización el año pasado para evitar un conflicto similar al que se vive con la pastera finesa. La planta estará ubicada en Conchillas, Colonia, frente a Buenos Aires y el plan es que esté operativa en junio de 2010.
Según fuentes de la empresa española se producirán allí un millón de toneladas de pasta celulósica por año y la generará energía adicional como para abastecer a parte de la red eléctrica del país oriental.
STORA ENSO en cambio expone más dudas que certezas sobre el plan de inversión. En contra juegan los potenciales conflictos que puede generar su arribo a Uruguay y el aumento de precio de las tierras para forestar, a favor el interés del Gobierno uruguayo para que se radique en el país y el apoyo de más del 70% del pueblo uruguayo mostrado en las encuestas para este tipo de emprendimientos.
El mes pasado se hablaba de otro player del papel que podría desembarcar en Uruguay, se trata de la papelera portuguesa PORTUCEL. Ejecutivos de la firma habrían recorrido distintas zonas del Uruguay en búsqueda del sitio ideal para la instalación de una planta integrada de papel (fabricación de celulosa y producción de papel)
De concretarse todas estas inversiones, Uruguay cobraría singular protagonismo en el mercado papelero, con tecnología de última generación y las plantas de producción más modernas del mundo.
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