Rápido de reflejos, un grupo de asambleístas de Gualeguaychú, ni bien se conoció la información de que una barcaza con celulosa de Botnia se encontraba varada en el río, iniciaron un operativo “escrache”.
Valiéndose de ocho lanchas unos treinta activistas se dirigieron prontos al lugar y con aerosoles pintaron los el casco de la nave con inscripciones como “Fuera Botnia”, “Piratas”, “Tabaré traidor” y “No a las papeleras”.
Los tripulantes del remolcador al que iba enganchada la barcaza intentaron impedir la acción poniendo sus motores a plena potencia para alejar con el oleaje a las lanchas de los asambleístas.
La Prefectura Argentina no intervino y la Uruguaya tampoco por estar la embarcación encallada en aguas jurisdiccionales argentinas. Una vez que la marea subió la barcaza siguió su rumbo hacia el puerto de Ontur en Nueva Palmira.
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