domingo, 13 de abril de 2008

Uruguay: se viene la vanguardia lusitana

El ministro de Transporte y Obras Públicas uruguayo, Víctor Rossi, confirmó que una delegación de ejecutivos de la papelera portuguesa PORTUCEL arribará a Uruguay la próxima semana para mantener conversaciones con el Gobierno a fin de avanzar en su proyecto de instalación de una planta en el país oriental.

El Gobierno uruguayo está entusiasmado con estas grandes inversiones extranjeras, pese a los costos en la relación diplomática con Argentina por la instalación de Botnia, ya que repercuten positivamente en su PIB y en los índices de crecimiento de la industria manufacturera. Se espera de todas forma que la ubicación de la planta lusitana sea en una zona que la preserve de eventuales objeciones y protestas de los ambientalistas argentinos, el rumor que circula es que se instalaría en el este de Uruguay.

Esta sería la cuarta inversión de la industria de la celulosa y el papel en Uruguay, ya que se sumaría a la de Botnia (en Fray Bentos), Ence (en Conchillas -Colonia-) y Stora Enso (en Durazno). Se habla de una inversión de unos 1500 millones de dólares par este proyecto.

A diferencia de las plantas mencionadas, PORTUCEL tendría intenciones de instalar una “planta integrada” de celulosa y papel. Es decir fabricaría celulosa pero no con fines de exportación, sino como materia prima para su fábrica de papel integrada. Por lo tanto esta inversión abarcaría todo el proceso productivo, dando por resultado una cadena productiva con mayor valor agregado.De este modo Uruguay se afirma como “país especializado en la producción de pulpa de papel” en el hemisferio sur.

Paraguay: denuncian a papelera argentina por contaminación

Marcelo Quiñónez, diputado paraguayo, presentó en la Cámara de Diputados del Congreso una denuncia contra la papelera argentina “Celulosa Alto Paraná” por contaminación del río Paraná que comparten ambos países.

La papelera argentina está ubicada en la provincia de Misiones y, según un estudio de impacto ambiental llevado a cabo por la Secretaría del Ambiente (SEAM) de Paraguay en 2006, se habría detectado que gran parte de los efluentes de esa empresa son volcados al río sin tratamiento previo.

Si bien pasaron dos años de ese informe, nuevas protestas llevadas a cabo por la Junta Municipal de Ñacunday, localidad paraguaya ubicada frente a la papelera, reflotaron el tema en la Legislatura guaraní.

Se espera que los legisladores paraguayos soliciten nuevos informes e inicien gestiones ante el Gobierno argentino para aclarar la situación.