Repercusiones tras venta de activos de ENCE en Uruguay

Tras el anuncio de la española ENCE de la venta de gran parte de sus activos en Uruguay, al consorcio conformado por las papelera chilena Arauco y la sueco-finlandesa Stora Enso, muchas fueron las repercusiones en Argentina y Uruguay.

En primer lugar ENCE aclaró que mantendrá 30.000 hectáreas de árboles para garantizar el suministro de materia prima a sus plantas españolas, un aserradero y una planta de astillado, por lo que seguirá presente en la economía oriental. Añadió también que el traspaso de activos se hará efectivo a partir de Julio de este año, lo que le permitirá “fortalecer el balance” de 2009 y mayor “flexibilidad financiera” para capear la crisis mundial.

Algunos como el consultor en negocios del agro Luis Romero, ven la pérdida de uno de los proyectos de inversión previstos. “Que ENCE abandone su proyecto en Uruguay es una mala noticia, porque ya contábamos con que iba a instalar una fábrica y pensábamos que Stora Enso iba a construir otra, quizás más adelante”. Aunque señaló que "desde el punto de vista de los productores (forestales) al menos se ve que Stora Enso va a llevar adelante la construcción (de la fábrica)".

Otros como los ambientalistas de Entre Ríos (Argentina) temen que la nueva planta se instale, como su par de Botnia, sobre el río Uruguay, lo que podría derivar en un nuevo conflicto binacional. Las dudas se instalaron luego de las declaraciones formuladas por Roberto Angelini, vicedirector de Arauco acerca de que “es prematuro decir dónde va a estar (la planta)”.

Vale recordar que ENCE había planeado originariamente su proyecto de inversión sobre el río Uruguay, cerca de Fray Bentos, donde desde hace un año y medio funciona la planta pastera de la finlandesa Botnia. La controversia y el posterior conflicto generado entre los países hizo que ENCE reconsiderara la ubicación, eligiendo como opción más conveniente la ciudad de Conchillas, en el departamento de Colonia.

Por su parte STORA ENSO tenía su propio proyecto de inversión en el centro del país y había planeado construir una planta sobre el río Negro en el departamento de Durazno. Con esta nueva situación ahora se abre una incógnita sobre la ubicación de este nuevo proyecto conjunto.

La voz del Gobierno uruguayo se hizo escuchar a través de Álvaro García, ministro de Economía, quién se encargó de destacar lo trascendente que es que una empresa en dificultades (por ENCE) haya transferido sus activos a otras empresas del sector, para que no se pierda el proyecto, y que es importante para Uruguay porque reafirma al país como destino de inversión mundial.

Edgardo Cardoso, gerente de la Sociedad de Productores Forestales, señaló que la construcción de una segunda planta de celulosa en Uruguay (después de la de Botnia), es una alternativa de venta interesante para los productores independientes y “significa más fuentes de trabajo, más ingresos para el sector y para el país”. Aclaró que esto se debe a que “en términos generales las empresas no se autoabastecen (completamente)”.

Fuente: www.bbc.co.uk