La crisis caló hondo en la industria de la celulosa y el papel, al punto de que varias inversiones, fusiones y proyectos se encuentran bajo riguroso análisis de viabilidad económico financiera. Es el caso de las papelera española ENCE y su anunciado proyecto para la pastera a levantarse en Punta Pereira, Uruguay.
Los españoles buscan un socio que se sume al proyecto –señalan que tiene cuatro inversores potenciales interesados-, pero, de no cerrar ningún acuerdo, podrían congelar la inversión en territorio oriental. Es que el mercado de crédito está muy complicado por la fuerte crisis financiera internacional y el mercado celulósico-papelero ha perdido rentabilidad por la misma causa. ENCE tendría una deuda que ascendería a 1000 millones de euros y no estaría en condiciones de proseguir el plan con fondos propios.
Los posibles socios inversores que se mencionan son Portucel (Portugal), Stora Enso (Suecia-Finlandia), Suzano (Brasil) y Votorantim (Brasil). Los dos primeros tienen sus propios proyectos de inversión en carpeta -también en Uruguay- y atraviesan las mismas dificultades de un mercado, donde la demanda y los precios están en caída. Las papeleras brasileñas por su parte han cancelado planes de fusión y crecimiento en su propio territorio, por lo que se considera muy poco probable que participen en una inversión en el extranjero.
El socio inversor debería desembolsar unos 125 millones de euros y luego aportar parte de los mil millones de euros restantes que se necesitan para culminar el plan de obra. ENCE ya lleva invertido unos 250 millones de euros, posee 170.000 hectáreas forestadas en territorio uruguayo y espera producir un millón de toneladas de pasta celulósica al año en su nueva planta.
De no tener éxito en la consecución de un socio, es probable que ENCE congele el proyecto ralentizando las obras a la espera de mejoras en la coyuntura económico-financiera.
Fuente: Reuters
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